Amé la furia y la quietud,
de tu amor.
El sol al despuntar,
los pinos a la orilla de tu casa.
Las notas de tu guitarra,
tus besos debajo las sabanas,
tus ojos claros encendidos
de pasión.
Tu gastado pantalón,
tu camisa, tus zapatos,
todo esto amé,
mi lealtad de perro,
mi cautela de gata
mi persistencia cual maleza de en tu jardín.
A mí también. “Y de la maleza de tu patio, la persistencia. Ese verso sobre todo. Un saludo.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gracias colega.
Me gustaMe gusta
Precioso. Me gustó mucho el poema
Me gustaLe gusta a 1 persona